ENDODONCIA
La endodoncia es un tratamiento habitual que permite reparar y salvar un diente. Es un procedimiento que trata el interior del diente y permite mantener su dentición natural, el hueso y la encía que le rodea, así como su funcionalidad.
Ayudando a conservar una sonrisa natural, comer con comodidad y que, con un adecuado cuidado, pueda mantenerse toda la vida. Con esta técnica tratamos la infección, inflamación y necrosis de los tejidos internos del diente, la pulpa, que contiene los nervios y los vasos sanguíneos.
Consiste en eliminar en parte o en su totalidad la pulpa, en función del alcance de la lesión.
Las causas más habituales son caries profundas no tratadas o traumatismos. En cualquiera de estos casos, el diente puede volverse sensible al cambio de temperatura (frío o calor), así como a la masticación.
El dolor puede ser intermitente o constante y puede llegar a generar cambios de coloración en el diente. En casos de infección se pueden crear abscesos o fístulas.
También podría estar aconsejada la endodoncia en dientes que requieran grandes tallados para la posterior colocación de coronas o puentes.
Las endodoncias se suelen realizar en una sesión pero, dependiendo de cada caso y paciente, se pueden requerir hasta dos sesiones.
Endodoncia por caries dental
En el caso de la caries profunda, es importante destacar que se pueden dar 2 procesos.
Se trata de un tratamiento personalizado a cada paciente para realizar la extracción de tejido infectado o inflamado y posteriormente reconstruir el diente de la manera más efectiva.
El endodoncista será el encargado de examinar la pieza dental y realizará una radiografía. Posteriormente se procederá a la aplicación de la anestesia local para luego montar una lámina protectora sobre la zona para aislar de esta manera el diente y conservarlo limpio y sin saliva durante el procedimiento.
El procedimiento endodóntico suele constar de cuatro etapas:
En la mayoría de los casos los tratamientos de endodoncia pueden realizarse en una sola sesión, si bien en algunas ocasiones la situación clínica del paciente, la dificultad técnica del caso, u otros parámetros, pueden hacer necesarias dos o más sesiones, siempre a juicio del especialista que la realiza.
Después de haber concluido el tratamiento de endodoncia, el paciente deberá someterse a otra sesión para la colocación de la funda que se denomina incrustación, esta incrustación será de porcelana y protegerá al diente devolviéndoles la función completa.
En los casos en que la destrucción de la pieza dental es muy elevada es necesario aplicar un tratamiento reconstructivo más importante para devolver la funcionalidad al diente y no comprometer su integridad. Estas situaciones se pueden solucionar con la colocación de un poste que aumente la sujeción de la restauración y con un recubrimiento cuspídeo completo que permita masticar sin problemas.
Las técnicas de endodoncia y de reconstrucción del diente, permiten que un diente que ha recibido tratamiento endodóntico mantenga la funcionalidad en la masticación y en la estética de la boca. Pero no siempre estamos a tiempo de recurrir a la endodoncia.
En algunos casos que la infección ha afectado a la raíz o incluso al hueso, la única solución será realizar la extracción del diente, para que estos daños no vayan a más. Para evitar estas situaciones es necesario acudir al dentista una vez al año a modo de prevención y contactar con nuestra clínica dental de manera rápida si notamos cualquier dolencia dental.
El tratamiento de endodoncia suele ser prácticamente indoloro, ya que hoy en día se utilizan anestésicos locales muy eficaces y de larga duración. Acabado el tratamiento y pasado el efecto de la anestesia, podría aparecer alguna molestia durante unos días, sobre todo con la masticación, debido a la inflamación postoperatoria de los tejidos que rodean el diente. En estos casos se requeriría una medicación adecuada.
No sólo se puede sino que en la mayoría de las ocasiones es el tratamiento idóneo para resolver este problema. Un absceso se produce por la existencia de un proceso infeccioso en los tejidos que rodean el diente, muchas veces debido a una enfermedad de la pulpa (nervio). Con la endodoncia eliminamos la pulpa enferma y conseguimos la desinfección de los conductos del diente.
En los casos en donde hay dolor en dientes que han sido tratados previamente, por lo general el diente está sufriendo un proceso infeccioso por microfiltración de bacterias o por fractura. Estos casos son muy complejos y deben ser valorados y tratados por el Especialista en Endodoncia. En los casos en donde el diente o molar pueda ser tratado nuevamente se realizará un retratamiento, que consiste en la limpieza y desinfección del diente o molar afectado.
Después de un correcto tratamiento de endodoncia y una restauración definitiva del diente, el diente se comportará igual que los demás tanto en su función como en su duración, requiriendo los mismos cuidados de higiene, prevención y revisiones periódicas que cualquier otro diente. En algunos casos en los que existan lesiones previas en los tejidos que rodean el diente, será necesaria la curación de las mismas.
Los dientes endodonciados no tienen por qué ser más frágiles que los demás, siempre y cuando sean correctamente restaurados. En los casos de dientes posteriores, puede ser conveniente proteger las cúspides mediante reconstrucciones adecuadas o coronas, para una mayor durabilidad de los mismos. Es importante acudir al dentista periódicamente para evitar la aparición de caries u otros factores que pudieran influir en el pronóstico del diente endodonciado. Es fundamental no demorar en exceso la restauración de los dientes endodonciados para evitar cualquier complicación o fractura de los mismos.
Nuestra primera prioridad debe ser la de intentar que se mantenga la dentición natural. Cuando no es posible, la alternativa es la extracción y sustitución del diente; pero hay que tener en cuenta que ninguna forma de sustitución, incluida el implante, puede competir con un diente natural en cuanto a estética o propiocepción se refiere.
Las únicas tres contraindicaciones para mantener un diente en boca por medio de una endodoncia son:
Son los únicos casos en los que se debe valorar la alternativa a la endodoncia.
Traumatismos dentales sin exposición del nervio
Aunque en algunas fracturas de dientes, molares o muelas, no se produzca una exposición del nervio, es muy importante que se acuda a la Clínica Dental, para ser valorado y controlado por el Dentista Especialista en Endodoncia, ya que derivado de estos traumatismos y con el paso de los meses, pueden darse cambios que traigan consecuencias negativas a los dientes afectados.
Fractura dental
Solo fractura sin exponer el nervio a la superficie y por tanto no necesitará tratar el nervio, pero si una valoración y control con el especialista en endodoncia.
Dolor dental al tacto o al masticar
Traumatismo con o sin fractura dental sin exponer el nervio, pero que produce dolor al tacto y al masticar. Esto se debe a que se ha producido una inflamación de los tejidos periodontales, alrededor del diente y por tanto, se requerirá una evaluación del nervio por parte del especialista en endodoncia, para valorar si el nervio está afectado o no, con controles sucesivos, durante un periodo de hasta 1 año.
Movilidad dental
Traumatismo con o sin fractura dental, sin exponer el nervio a la superficie, que produce movilidad del diente y por tanto, dolor ante cualquier contacto con el diente afectado. En este caso, el diente y el nervio también deben ser evaluados por el especialista en endodoncia, con controles sucesivos durante 1 año.
Intrusión dental o extrusión dental
Traumatismo con o sin fractura sin exponer el nervio a la superficie, en donde el diente se introduce en el interior de la encía, se ve más corto o el diente se sale de la encía y queda más largo de lo normal. En ambos casos deberá ser valorado y tratado por el especialista en endodoncia.